[...] la verdad científica no depende de algunos primeros principios, o de una mathesis universalis respecto de la cual todas las ciencias particulares fuesen aplicación o preparación o apariencia (como lo pensaron los escolásticos, los neopositivistas y el propio Husserl); significa (al menos, la teoría del cierre categorial se apoya en este significado) que la verdad científica debe estar fundada en los recintos propios e inmanentes de cada ciencia, en los «campos categoriales» en función de los cuales cada ciencia se define. (TCC, tomo primero, pp. 47-48)
Pero afirmar esto equivale a afirmar que no hay unas «junturas naturales» a las que la ciencia, considerada unitariamente en función de esas «junturas», pudiera «adecuarse». Las junturas naturales del cordero se dan inmanentemente a la técnica de la carnicería.
Si las «junturas naturales» del cordero se sustancializan de la técnica de la carnicería y se unen a las otras «junturas naturales» determinadas inmanentemente por cada categoría científica, de aquí se derivaría una teoría de la verdad de la ciencia como ciencia unitaria.
Pero resulta que hay discontinuidades constitutivas entre las verdades científicas de cada categoría, de lo que se sigue que no hay una ciencia unitaria, y que esas «junturas naturales» no son separables (sin sustancialización) de esa inmanencia categorial.
Yo creo que la tesis de la verdad científica como una inmanencia categorial obliga al hiperrealismo, y que «junturas naturales» transcategoriales (como Camprubí sugiere de forma más o menos indeterminada) obligan a sostener la existencia de una ciencia unitaria sin discontinuidades, en el sentido monista.
Y, sinceramente, no sé qué se quiere decir cuando alguno enuncia la «prioridad de la ontología sobre la gnoseología». «Prioridad» (?).
Bueno habla de «prioridad» o de «privilegio» en ciertos contextos muy precisos, acompañándola de una segunda idea: «prioridad lógica» o «prioridad axiológica», por ejemplo, que yo recuerde. Pero «prioridad», sin más, parece sincategoremático.
La idea de «prioridad» debe de ser un análogo funcional, como la idea de «sentido» en su contexto sincategoremático (no epistemológico).